La consejera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón, ha actuado tarde y mal en la crisis de Nissan. Si bien es cierto que es muy difícil luchar contra la globalización y que Chacón está considerada una de las voces más sensatas del Govern, su viaje en solitario a Japón, renunciando a tener como aliado al Gobierno, deja mucho que desear. Y su política industrial, también.