La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, dio este jueves un golpe en la mesa. Aprovechó el foro del Círculo de Economía y la presencia del vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, para señalar que cualquier cambio de la reforma laboral no se realizará sin tener en cuenta a todos los agentes económicos y sociales.
Calviño es la voz del Gobierno en materia económica, pero es también el referente de la Unión Europea en España, y su posición es determinante, frente a las maniobras del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias y la impericia del grupo parlamentario del PSOE, que pactó la “derogación integral” de la reforma laboral con Bildu en el Congreso. Pero por ahora, el dique se llama Nadia Calviño. "Sería absurdo y contraproducente", señaló, en referencia a esa posible derogación.