El director del Liceo Francés de Barcelona (LFB), Dominique Duthel, dio ayer la cara para explicar por qué se niega a reducir las tasas de escolarización en el prestigioso colegio barcelonés.

Pese a su gesto de conciliación, sigue dando excusas peregrinas para no negociar con las familias de los alumnos, lo que ha envenenado el conflicto en una de las escuelas más renombradas de la Ciudad Condal.