No se puede negar que la gestión de las residencias del consejero catalán de Asuntos Sociales, con Chakir El Homrani, ha sido nefasta durante la crisis del coronavirus. Han tenido que fallecer un millar de ancianos para que el Govern tomara medidas firmes, como es el traspaso de esa competencia a la Consejería de Salud.
Pero también es justo decir que Homrani es el consejero menos político de ERC y que ha ejercido de chivo expiatorio, especialmente por parte de Junts per Catalunya, que ha aprovechado la ocasión para arremeter contra sus socios de gobierno.