El comité de empresa del Liceu solicitó a la dirección de la entidad que exigiese a los miembros del Orfeó Català mantener la neutralidad en el concierto que realizaron el domingo en la sede del gran teatro barcelonés, en referencia a los lazos amarillos que acostumbran a lucir algunos de los cantantes de la sociedad coral a modo de propaganda independentista. Una decisión que, sin duda, honraba al Liceu
Sin embargo, cuando trascendió lo ocurrido, el Liceu se apresuró a emitir un comunicado en el que negaba cualquier censura a los artistas para que lucieran lazos amarillos. Una rectificación que deja en muy mal lugar a su director, Valentí Oviedo, y que ni siquiera le ha servido para ganarse la bronca de la consejera de Cultura de la Generalitat, la ultra Mariàngela Vilallonga.