La Fiscalía de Barcelona se opone a los permisos penitenciarios para Jordi Cuixart por prematuros, injustificados e improcedentes. El ministerio público argumenta que el presidente de Òmnium Cultural --condenado a nueve años de cárcel por sedición-- presenta "importantes distorsiones cognitivas, puesto que niega el carácter delictivo de su conducta", lo que le impide modificar su actitud y arrepentirse de los hechos por los que fue sentenciado.
Y es que, no solo ha amenazado con que "lo volverá a hacer", sino que lo ha dejado por escrito en un libro. Los alegatos de la Fiscalía no pueden ser más contundentes e inapelables.