José Manuel García-Margallo exhibe sus dotes oratorias y señala que él sí tuvo propuestas políticas de calado para solucionar la cuestión catalana. Es cierto que fue el primero en el Gabinete de Mariano Rajoy que afirmó que el mundo independentista tenía más fuerza de la que se quería considerar y que era necesario plantear alternativas. Pero tampoco logró influir en el Ejecutivo, y como ministro de Exteriores no pudo impedir las campañas de propaganda del Govern de la Generalitat. Su confianza en sí mismo no se vio traducida en hechos tangibles para el Gobierno de España.