El lamentable estado en el que se encuentran las viviendas sociales de la Generalitat ubicadas en la calle Victoria Kent de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) es inaceptable. La falta de mantenimiento y control ha permitido el deterioro de los pisos, hasta el punto de que los vecinos conviven con ascensores que no funcionan y plagas de cucarachas, además de haber sufrido intentos de ocupación y haber encontrado en una de las fincas un hombre que llevaba fallecido un mes. El máximo responsable de esta situación es el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, quien hace tiempo que debería haber tomado medidas para corregir esta situación inaudita.