La perseverancia y la determinación del presidente de Agbar, Àngel Simón, han tenido premio. La compañía especializada en la gestión integral del agua, tras años de lucha, ha logrado vencer en los tribunales a los que pretendían demonizar un modelo de colaboración público-privada fuertemente enraizado en Cataluña y con unos resultados económica y socialmente admirables. Simón es un ejemplo de resiliencia empresarial, mientras que la sentencia supone un duro varapalo para los Comuns y su entorno.