No hay calificativos para describir el papelón de ERC en Puigcerdà. La formación del presidente del Parlament, Roger Torrent, emitió un comunicado para condenar las pintadas en conmemoración del 1-O que ensuciaron hace unos días las calles y el mobiliario urbano de la localidad gerundense. Inmediatamente, el partido recibió un alud de críticas por parte de los sectores más radicales del secesionismo --incluidos sus propios simpatizantes-- y respondió retractándose de forma contundente de la condena inicial. Es cierto que es muy complicado resistir la presión del nacionalismo en Cataluña, pero hace falta algo más de coraje político si de verdad se pretende abanderar una opción independentista sensata y posibilista.