Un paciente que sufrió un infarto lleva esperando un año para ser atendido por un cardiólogo en el Hospital de Igualada (Barcelona), una historia que hoy recoge Crónica Global. Solo es un ejemplo más de cuál es la situación de la sanidad catalana, que con el actual Govern no ha dejado de empeorar. La consejera de Salud, Alba Vergés, debería tomar medidas urgentes para resolver casos como este antes de que sea demasiado tarde.