Roger Torrent, presidente del Parlament, tiene claro que la cámara legislativa no puede traspasar más el marco jurídico. Impidió este martes que se tramitara una ILP que recuperaba la apuesta rupturista de octubre de 2017. Se abstuvo, con el argumento servido por los servicios jurídicos del Parlament, según el cual una iniciativa legislativa no puede versar sobre cuestiones que superen las competencias del Parlament. Falta, sin embargo, una posición política más determinante de ERC, para dejar en evidencia el juego constante de Junts per Catalunya. En caso contrario quedará la duda de si la actuación de Torrent fue para evitar cualquier proceso de inhabilitación.