Pocos casos se han visto en los medios de comunicación como el protagonizado por el último director de El Periódico de Catalunya. En muy mal concepto le debía tener el nuevo propietario para comunicarle su despido a través de otros medios de comunicación y posteriormente en una nota en la que anunciaba quién sería la "próxima directora" del diario.
Pero si Prensa Ibérica no le informó de su relevo, parece que él tampoco se ha dado por enterado: está de baja. De manera, que si la empresa quiere negociar una indemnización de mínimos cambiándole de destino o de funciones, como permite ahora la legislación laboral, él responde con el enroque. Quizá es una técnica aprendida en las decenas de despidos que él mismo ha hecho en los últimos años.