El lamentable caso del repartidor de Glovo fallecido en Barcelona ha activado la voz de alarma. El cúmulo de circunstancias que rodean al trágico atropello ha llevado a las administraciones a revisar el funcionamiento de la compañía de entregas a domicilio.
El Ministerio de Empleo ha puesto en marcha una investigación para comprobar si, como todo apunta, la situación laboral del joven muerto era irregular. En este caso, la inspección de trabajo ha respondido con rapidez. Desde la Conselleria de Treball de la Generalitat, comandada por Chakir El Homrani, deberían tomar ejemplo y ponerse también las pilas en este asunto.