El veto de Google a Huawei no parece que vaya a suponer un revés tan serio para el fabricante chino de móviles como en un principio pudiera parecer. La multinacional presidida por Ren Zhengfei tiene preparado un plan b: suministrará a sus clientes actualizaciones de seguridad y un nuevo sistema operativo en sustitución de Android. Sin embargo, Huawei tampoco puede aparecer como una víctima de la guerra comercial entre EEUU y China. La empresa oriental acapara buena parte del mercado mundial de telefonía móvil y atesora la mayor cantidad de patentes existentes sobre tecnologías como el 5G, lo que la acerca a una posición de monopolio.