Las cifras que indican un dudoso legado del equipo de Ada Colau en materia de vivienda en Barcelona son extensas y alcanzan varios campos. Si la construcción de un parque público de alquiler asequible no ha cumplido las expectativas, el rescate de familias que sufren un desahucio también se ha estancado. Esta es una responsabilidad compartida de Govern y Ayuntamiento de Barcelona. Del gabinete de Quim Torra poco se puede esperar salvo una política centrada en lo identitario, pero el ejecutivo local de Colau sí generó más expectativas en relación a la protección de las capas bajas y medias de la población. En materia habitacional, esto no ha sido así. El concejal de Vivienda, Josep Maria Montaner, dejará deberes para su sucesor. La novedad es que él vino en el seno de un equipo con grandilocuentes anuncios en este ámbito.