La inversión hotelera debe ser siempre bienvenida en Barcelona. No en vano es sinónimo de riqueza y empleo, dos cosas que necesita la ciudad condal tras cuatro años de zozobra por el desafío independentista y un --cuanto menos-- polémico gobierno municipal. No obstante, el Hotel Arts Barcelona ha cometido un error de novato --pese a contar ya con décadas de rodaje-- al tratar de aprovecharse del intento de expulsión de las discotecas del frente marítimo para expandirse. Si bien la coyuntura de desahucio del ocio nocturno le beneficia, no puede olvidar que, en la cruzada de algunos políticos contra la apertura económica, mañana puede ser el cinco estrellas de Ritz Carlton el que esté en la diana.
Brunella Zinato
10 mayo, 2019 00:00Addoor Sticky
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