La jefa del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha dado una demostración de eficacia profesional que va más allá del ámbito del centro hospitalario donde trabaja. Apenas cinco horas después de que Crónica Global publicara la trágica noticia de la muerte de dos bebés neonatos en la UCI especializada del centro, Magda Campins ya estaba dando explicaciones públicas de lo ocurrido.
Pese a la gravedad de los hechos, el centro ha sabido dar cuenta de lo sucedido y de las medidas que se han adoptado de forma clara, lo que contribuye a eliminar cualquier riesgo de alarmismo innecesario. La transparencia que en situaciones como ésta generan los profesionales de la salud es una muestra clara de calidad democrártica de una sociedad, a la que la Administración no contribuye cuando se empeña en imponer el cerrojazo informativo. Una actitud a la que en Cataluña habíamos empezado a acostumbrarnos.