La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ha admitido que la entidad concurre a las elecciones a las cámaras de comercio para “no dejar espacios de poder a los demás”, una estrategia que también incluye el objetivo de “tener sindicatos nacionales independentistas fuertes”. La politización de los agentes sociales es de por sí una mala noticia pero si, además, se le añade un componente nacionalista, la situación se agrava. Que el independentismo radical pretenda hacerse con uno de los pocos ámbitos de poder que todavía no controla es una mala noticia para Cataluña.