La gestión de Cementiris de Barcelona por parte de Eloi Badia deja mucho que desear. La empresa municipal ha perdido el 70% de su beneficio en un año y tendrá que ser rescatada por el ayuntamiento. El desastre del hundimiento de los nichos del cementerio de Montjuïc y el pésimo estado del conjunto de los camposantos de la ciudad harán necesarias fuertes inyecciones de dinero público en una entidad que hasta hace poco ofrecía pingües beneficios. Badia deja un erial tras su paso por el ayuntamiento.