El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, no se aclara con la quiropraxia. Hace no muchos años, el astronauta era un fiel impulsor de esta terapia, hasta el punto de que llegó a defenderla con ímpetu durante un simposio de la Asociación Internacional de Quiroprácticos celebrado en Madrid. Entonces destacó los beneficios que la quiropraxia podría tener para los tripulantes de los viajes espaciales. Ahora, en cambio, se opone radicalmente a que este tratamiento sea reconocido como una profesión sanitaria por considerar que no tiene efectos curativos. Los vaivenes del ministro no dicen mucho en su favor.