José Luis Conejero tiene 65 años y lleva los últimos 13 luchando para cerrar la incineradora de Montcada. Tras alcanzar la edad de jubilación, podría dedicar su tiempo libre a disfrutar de la vida, pero la semana pasada estuvo en Bruselas, junto a otros activistas, para exigir que las cementeras dejen de quemar residuos en núcleos urbanos. Su causa es dejar un mundo mejor para las generaciones venideras. Este zaragozano empezó en la asociación de vecinos de Can Sant Joan --de la que es portavoz-- y acabó creando una plataforma internacional, todo ello para impedir que el tratamiento de los residuos suponga un riesgo para la salud, lo que demuestra que cambiar el mundo no es una cuestión de edad, sino una convicción.