El fiscal del Tribunal Supremo Javier Zaragoza ha estado mesurado y convincente durante su estreno en el juicio del procés. En su alegato, ha desmontado las acusaciones de los abogados defensores --que en la primera jornada parecían fiscales-- y les ha reprochado el intento de generar “un relato alternativo que crea una visión distorsionada de la realidad con el exclusivo fin de desacreditar justicia y cuestionar la calidad democrática de nuestro Estado de derecho”. Zaragoza ha criticado que los encausados se presenten ahora como víctimas cuando fueron ellos los que rompieron el orden constitucional de forma premeditada.