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El Parlament cerrará sus puertas en función de la agenda del juicio del 1-O. La primera sesión del proceso ya ha hecho modificar la reuniones previstas de la Junta de Portavoces y de la Mesa. Y así seguirá ocurriendo en los próximos meses. Cada día de inactividad de la cámara autonómica cuesta 147.000 euros a los contribuyentes, pero eso no parece importarle al presidente, Roger Torrent, más interesado en mostrar su apoyo a los encausados por el intento de secesión unilateral que en cumplir las funciones institucionales que tiene encomendadas.