El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reivindicado ante el Consejo de Europa y el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) que “España es una democracia plena” y ha denunciado el intento de “ruptura unilateral” del independentismo. Sánchez ha mostrado su cara de estadista en su visita a Estrasburgo. Una situación que contrasta con los problemas que, a nivel interno, le ha generado la propuesta de un relator para la mesa de partidos con el objetivo de afrontar el problema catalán. En este caso, el presidente no ha sabido medir las consecuencias de su apuesta por el diálogo.