El presidente de la Autoritat Catalana de la Competència (Acco) ha demostrado buenos reflejos esta mañana al puntualizar los defectos legales de la regulación de los VTC que la Generalitat quiere poner en marcha. Pese a que el organismo que dirige depende de la Administración catalana, Marcel Coderch ha demostrado su independencia señalando que dos empresas que ofrecen el mismo servicio no pueden estar reguladas por normas distintas, y que no existen razones objetivas que justifiquen esa excepcionalidad.

En su opinión, la regulación del precio del taxi, por ejemplo, tenía sentido cuando parar un vehículo para preguntarle el precio de un servicio concreto resultaba peligroso e ineficiente. Pero no ahora, cuando la tecnología permite disponer de esa información aunque varíe en función de la hora del día, incluso de la climatología.