El aumento de las inversiones del Estado en Cataluña que prevé el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado este lunes por el Gobierno es una mano tendida al independentismo para que apoyen las cuentas. El gesto es una invitación al diálogo tantas veces reclamado por el nacionalismo catalán. Sin embargo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se equivoca al apuntar que la cifra consignada solo responde al cumplimiento de lo establecido en el Estatut. Comprar los argumentos ficticios de los independentistas nunca es una buena opción.