Carles Puigdemont está cada vez más solo y aislado. No ha sido capaz de utilizar su huida a Waterloo para recabar apoyos internacionales relevantes a su causa. Y eso se nota en sus cada vez más frecuentes golpes de ira. El último de ellos lo ha dirigido contra la prensa tras el archivo --ya recurrido por la Fiscalía-- de la investigación del espionaje político de los Mossos d’Esquadra. El expresident fugado ha tildado El Periódico (a sus “editores”, a sus “financiadores” y a “los amigos del Rey”) de “miserable” por publicar en su día que entre los documentos que los Mossos intentaron destruir estaba la alerta de riesgo de atentado enviada por EEUU. La desesperación de Puigdemont es cada vez más evidente.
Carles Puigdemont
11 enero, 2019 00:00Addoor Sticky
@cronicaglobal