Elevar a los 900 euros el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España es una medida tan aclamada como reclamada por la sociedad española. Incluso el empresariado reconoce que se trata de una medida casi de justicia social, a pesar de que han pedido que su aplicación sea gradual a tres años vista. Las dudas sobre la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2019 por la falta de apoyos políticos a Sánchez ponía en riesgo su aprobación. Algo que se ha visto superado por el anuncio de la ministra de Hacienda: echarán mano de un decreto ley para que sea una realidad el 1 de enero de 2019. Mejorar el poder adquisitivo de las familias no es baladí. Especialmente cuando se está a las puertas de otra desaceleración económica mundial.