El presidente de la Generalitat, Quim Torra
Quim Torra
El presidente de la Generalitat había amenazado con un otoño caliente si no se atendían sus peticiones, y efectivamente, por una vez, sus ultimátums se han cumplido. En estos momentos, Cataluña está patas arriba: sanidad, funcionarios, bomberos, universidades, institutos... Todo el mundo está en la calle --¿seguirán la consigna cupaire de que las calles son suyas?-- protestando en defensa de sus intereses.
Pero no ha sido porque las fuerzas independentistas hayan dado una respuesta callejera a la actitud de la Administración central, sino porque el país se va de las manos de este Govern paralizado. No hay gestión, solo gesticulación y gasto público.
