La llegada de Roser Bach al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha generado malestar en la judicatura de Cataluña. La magistrada ha cumplido los requisitos legales establecidos para acceder al puesto pero su aterrizaje ha causado inquietud porque se la considera un submarino del independentismo, que ha puesto a la justicia como su próximo objetivo. Bach es la esposa del exconsejero de Justicia y destacado dirigente nacionalista Germà Gordó y, al contrario que la mayoría de sus compañeros de la judicatura, ha evitado criticar el asedio que la justicia ha recibido por parte del secesionismo en los últimos años.