Las intervenciones de Inés Arrimadas en el Parlament suelen ser acertadas y medidas, sobre todo si se comparan con las de los portavoces de los grupos que tratan de combatir a Ciudadanos demonizando su presencia en el hemiciclo, pese a ser el primero de sus grupos parlamentarios con 36 escaños.
Sin embargo, ayer se le fue la mano con la bandera española. No tanto porque la exhibiera, que está en su derecho, sino porque el gesto recordó al de quienes se envuelven en la senyera para decir que ellos son los únicos que quieren y representan a Cataluña. Miquel Iceta estuvo acertado al recordar que la bandera es de todos y nadie la esconde, aunque es verdad que tampoco se ve mucho, al menos a través de las cámaras del Parlament.