La posición del director general de los Mossos d'Esquadra, Andreu Joan Martínez, blanqueando la violencia que los manifestantes independentistas llevaron a cabo el lunes a las puertas del Parlament es inaudita. En vez de defender con claridad la respuesta de la policía autonómica ante el intento de asalto por la fuerza de la cámara catalana, Martínez se encargó de destacar el carácter "democrático y pacífico" de la mayor parte de las movilizaciones secesionistas y trató de restar importancia a los disturbios, que atribuyó a "grupos radicales minoritarios". Además, evitó valorar los llamamientos del presidente de la Generalitat, Quim Torra, a los CDR para "apretar" a los políticos. E hizo oídos sordos a las críticas internas que apuntan a una falta de operativos policiales. Parec que, según el jefe de los Mossos, todo lo ocurrido está dentro de la normalidad. Insólito.