Mariano Rajoy, una vez perdió la moción de censura que le planteó Pedro Sánchez, decidió salir de la escena. Tampoco quiso formalizar el futuro de su partido, el PP, con la elección de un sucesor, o con un consejo sobre cómo debería ser el nuevo líder del Partido Popular. Se plantó en Santa Pola, Alicante, para recuperar su plaza de registrador de la propiedad, y se entendió que no iba a ejercer ningún papel. Pero Rajoy no se fue. No quería estar en primer plano, pero tampoco se ha escondido, y ahora puede ser decisivo con su discurso en el congreso de este fin de semana. Su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría puede lograr que muchos compromisarios cambien de opinión y consideren que la cohesión interna puede pasar por la exvicepresidenta del Gobierno.
Mariano Rajoy
17 julio, 2018 00:00Addoor Sticky
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