El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha ido preparando el terreno, según su particular visión de la política catalana y española, antes de la entrevista que mantendrá con el presidente Pedro Sánchez el próximo 9 de julio. Su política de gestos con el Rey Felipe en la inauguración de los Juegos Mediterráneos, y su bronca con el exministro y embajador en Estados Unidos, Pedro Morenés, en Washington, denotan que necesita mantener la tensión. El independentismo quedó descolocado con el cambio de Gobierno. Todos los indicios indican que Torra no tiene mucho interés en esa entrevista, en pasar página y abrir una nueva etapa en la que se puedan alcanzar acuerdos satisfactorios para el conjunto de la sociedad catalana. Pero tiene una oportunidad. En una entrevista, a solas, en la Moncloa, siempre surge la posibilidad de un acercamiento, de un entendimiento, aunque no pueda ser en todo lo que se pide. Y menos acerca del derecho a la autodeterminación, que reclama Torra. Los gestos utilizados no dan pie a grandes esperanzas, pero habrá que esperar.
Quim Torra
3 julio, 2018 00:00Addoor Sticky
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