El vicepresidente ejecutivo de Miquel y Costas ha presentado los resultados de un nuevo ejercicio en el que la papelera muestra músculo inversor. Se preparan para dar un salto en las factorías de un grupo que ha crecido gracias a la venta de papel de fumar y que ahora quiere centrase en innovaciones tecnológicas que le garanticen el futuro. Una visión estratégica para el grupo.