José Luis Ábalos
El ministro de Fomento ha anunciado la voluntad del Gobierno de evitar la renovación de los peajes de las autopistas cuyas concesiones finalizan en los próximos cuatro años. La medida forma parte de las reivindicaciones de los movimientos sociales de las zonas atravesadas por estos viales. Sin embargo, resulta ilusorio pensar que las carreteras solo se pagan en la cabina de las concesionarias o con las viñetas. Siempre tienen un coste, bien se satisfaga con anestesia --vía impuestos, al margen de su utilización-- o de forma directa por su uso.
José Luis Ábalos debe pensar muy bien cómo financiar el mantenimiento de unas vías que ahorran consumo energético, contribuyen menos a la contaminación y ofrecen más seguridad que las carreteras comunes. Quizá sea conveniente buscar fórmulas para que el papel de las concesionarias no sea el de hacer negocio financiero con un préstamo al Estado, sino con el mantenimiento y cuidado de las infraestructuras.