La Guardia Urbana de Barcelona ha asestado un duro golpe contra una de las principales organizaciones dedicadas al tráfico a pie de calle de éxtasis, coca y MDMA. La policía local barcelonesa, sin medios y casi sin competencias en ese ámbito, ha consumado una investigación alabada por jueces y fiscales: tres capos detenidos, la red desmantelada, 7.000 pastillas incautadas y un mercado de venta temporalmente cerrado por falsa de existencias.