Gala Pin no ha tenido éxito con la organización de la multiconsulta, que fue rechazada en el pleno del ayuntamiento. Pero eso es producto de la relación de fuerzas políticas, con un equipo de gobierno que dirige Ada Colau, que no tiene mayoría. Lo grave es que, como concejal de Participación y Distritos, usó cargos para hinchar la recogida de firmas que, supuestamente, pedían esa multiconsulta. Los adalides de la participación ciudadana, que aseguran que esa es una demanda que debe ser atendida, acaban recurriendo a cargos públicos para justificar que, efectivamente, hay demanda. Es el mundo al revés. Por lo menos una concejal de distrito acabó recogiendo firmas por la municipalización del agua, algo que contrasta con la necesaria neutralidad municipal que fija el Reglamento local de Participación y que debe hacer respetar, precisamente, Gala Pin.