Agustí Colomines, historiador, director de la Escuela de Administración Pública de Cataluña, se ha convertido en el estratega de más confianza de Carles Puigdemont. El Gobierno lo ha cesado en su cargo, aprovechando la aplicación del 155. Colomines no ha dejado de agitar el debate, con una cerrada defensa del proyecto de Carles Puigdemont, a pesar de la neutralidad que debería respetar en función de su cargo.
Aparentemente mantiene un guion desde el inicio, que pasa por forzar la investidura del expresidente, arrastrando, con ello, tanto al PDeCAT como a Esquera y la CUP. Pero va oscilando con apuestas posibilistas, aunque muy complicadas. Ahora sostiene, después de animar a resistir, porque “estamos en guerra”, a elegir a un presidente que sea “fiel” a Puigdemont. Colomines no asume que cuando se elige a un presidente éste acaba interiorizando su propio rol, lo que dejaría en un segundo término a Puigdemont, como le ocurrió, precisamente, al expresidente, cuando asumió el cargo que le había brindado en bandeja Artur Mas. En todo caso, todo su trabajo como consejero áulico de Puigdemont le ha provocado su cese.