El presidente honorario de Freixenet y, hasta ahora, primer accionista de la multinacional catalana del cava es el responsable del crecimiento de esta empresa familiar en los últimos cuatro decenios. La dinámica de los mercados, con el creciente peso de la distribución en la economía --en cualquier sector de bienes de consumo--, además de los efectos de la crisis económica en el negocio del vino, ha hecho que el grupo de Sant Sadurní sea absorbido por otra empresa familiar, la alemana Henkell. La globalización de la actividad económica tiene un efecto directo sobre el tamaño de las empresas, y asumirlo es un ejercicio de realismo.