El Institut Catalá de la Dona (ICD), dependiente de la Consejería de Presidencia de la Generalitat, lleva dos años bloqueado. Los sectores feministas acusan a su presidenta, Núria Balada, de carecer de liderazgo y de proyecto. Balada está blindada por su partido, PDeCAT, pero Junts per Catalunya apuesta por su relevo. Sería el cuarto desde 2010. Por su parte, la CUP prefiere liquidar este organismo, muy politizado --el acto institucional del 8M estuvo jalonado de arengas independentistas--. o  en su defecto, cambiarlo de arriba abajo.