El ministro de Fomento ha anunciado un ambicioso plan para impulsar tanto el aeropuerto de El Prat y como el de Girona, un gesto que el sector turístico ha interpretado de forma positiva. Los recelos que en paralelo despiertan los proyectos de Íñigo de la Serna tienen que ver con episodios del pasado. Nada sería más positivo para Cataluña y para el conjunto de España que las quejas y recriminaciones en torno a las infraestructuras carecieran de fundamento.