El nuevo presidente ejecutivo de Gas Natural Fenosa ha dado un paso lógico en una carrera empresarial en la que acumula éxitos. Su fama de ser un buen gestor, resolutivo con los proyectos que tiene en marcha, se testará ahora en un verdadero gigante energético que está llamado a crecer más. Pero da el paso cuando no se ha cerrado la gran operación de la compañía de la que ha salido, Abertis. Aún no se ha resuelto la guerra de opas que mantienen Atlantia y ACS a través de Hochtief.