La portavoz de Las Kellys en Madrid, Eva Escolar, está consiguiendo que la maquinaria legislativa se mueva. Y lo haga en la senda de proteger a uno de los últimos eslabones, al menos por la cuestión de las condiciones de trabajo, del sector turístico: las camareras de piso.

La activista y sus compañeras han recabado el apoyo del PSOE y Podemos para evitar que las empresas externalicen sus negocios nucleares, algo que ha ocurrido con el acondicionamiento de habitaciones en muchos de los 14.000 hoteles que hay en España.

Si consiguen que más partidos se sumen a la propuesta de la ley kelly, algo que parece probable, harán ganado una lucha titánica. De momento, han conseguido que el asunto llegue a la comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados con el respaldo de dos de los cuatro grandes partidos.