El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha declarado este viernes en la Audiencia Nacional investigado por la actuación del cuerpo policial autonómico durante los registros a la sede de la Consejería de Economía del 20 de septiembre.
A pesar de las evidencias que apuntan a que los Mossos no actuaron de forma diligente para garantizar la seguridad de la Guardia Civil --los agentes del instituto armado estuvieron casi 24 horas atrapados en el edificio--, Trapero --que se ha presentado en los juzgados de uniforme, cosa poco habitual en una persona con su cargo-- ha tratado de quitarse de encima cualquier responsabilidad al respecto. "Contrariamente a lo que ocurre siempre, esta vez no nos avisaron con antelación y el dispositivo en la vía pública se tuvo que precipitar cuando nos enteramos por la televisión", ha argumentado ante la jueza. No parece que este tipo de posicionamientos, rozando la mofa, vayan a hacer demasiada gracia a los magistrados del alto tribunal.