Nadie se atreve en este momento a pronosticar cuánto tiempo le puede quedar a Inmaculada García Martínez al frente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE). Desde su llegada hace tres años, esta economista e inspectora de Hacienda ha mejorado las estructuras de su empresa pública y ha implementado una mejor tecnología, pero ha abandonado uno de los juegos más ricos del negocio: la quiniela de fútbol.
Si no frena su progresiva caída, todas las apuestas se le pondrán en contra. Sobre todo cuando se ha sabido que gana al año 215.000 euros brutos, un sueldo que bien vale para poner en marcha un efectivo plan que reflote para los tiempos modernos el 1X2 de toda la vida.