TV3 hizo ayer una nueva demostración de manipulación política a propósito del conflicto de El Prat. La imagen de los consellers que han intervencido en el asunto no dejó de aparecer durante todo el día en el canal 3/24. Sobre todo la de Jordi Turull, que solo hizo declaraciones, sin ningún protagonismo; y muy por encima de la de Dolors Bassa, cuyo departamento ha trabajado y se ha implicado.
El trato que la televisión pública dio a la alcadesa de la ciudad, Ada Colau, fue de auténtica vergüenza. Y no hizo más que certificar el miedo de los nacionalistas a la opción de izquierdas que ella encabeza. El problema es que lo demuestran gastando nuestro dinero.