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Mar Ampurdanès, portavoz de Arran, defiende el ataque al bus turístico de Barcelona "por el bien de todos" mientras se remoja en la piscina de su casa, ubicada en la urbanización de un pueblo de lo más tranquilo y ajeno a la turistificación.
Todo el mundo tiene derecho a vivir como considere y a luchar por un mundo mejor. Pero sin violencia. Y manteniendo una cierta coherencia, sobre todo si se utiliza un altavoz como la política para pedir algo con lo que no se predica desde la vida privada. Para ella el amarillo. Es joven y todavía puede decidir el camino que más le conviene.