La exvicepresidenta del Govern de Artur Mas vuelve a la carga. Y lo hace, esta vez, con toda su energía centrada en entrar en el Ayuntamiento de Barcelona. Nunca escondió su voluntad de participar en la carrera por la alcaldía de la capital catalana, llegando incluso a pedir al TSJC poder cumplir su inhabilitación sin esperar el fallo del Supremo, para llegar a tiempo a las próximas elecciones municipales.
Sin embargo, no ha escogido la mejor estrategia. Joana Ortega intenta erosionar la imagen de Ada Colau utilizando un recurso cogido con pinzas: el ataque de Arran al bus turístico. ¿Ha fomentado la alcaldesa ese ataque? ¿Ha participado en él? Ni siquiera lo ha protagonizado su formación política. Quizá no sea la mejor manera de entrar en el consistorio.